domingo, abril 01, 2007

::Lenguas que Matan

De qué nos sirve hablar si es nuestra propia voz la que nos ensordece y es el sonido del ser el que nos mantiene prisioneros?
Te he escuchado hablar, emitir sonidos muchos, pero la sustancia se disipa en los inmensos mares de palabras, y hablamos mucho pero no decimos nada. Si todo eso que decimos a diario lo pudiéramos limpiar de excesos, nos daríamos cuenta del valor que tiene el silencio, ese que nos da miedo porque nos pone de frente contra la soledad, contra los conflictos internos, contra el espejo.
Acaso no te hace feliz ver lo que en realidad eres? Y si no, entonces por qué no lo cambias? Pero callado, en silencio. No me digas quién eres, porque el lenguaje solo sirve para ensuciar el espíritu ya que no existen palabras suficientes para expresar lo que hay dentro, y en el mejor de los casos nos quedamos cortos. Pero hacer... eso es otra cosa. Allí sí que se es uno mismo cuando transpiramos el verdadero "yo".

1 comentario:

Anónimo dijo...

ME EN-CAN-TO.
Mas...todo lo que las palabras no alcansen, lo dirá el silencio, en su justo tiempo, en su justo momento, la ausencia de ellas puede ser peor que su presencia.