martes, marzo 18, 2008

::Conciencia verde

Lo veo en la televisión a diario, mensajes sobre el daño que estamos causando a nuestro entorno, destrucción de los bosques, deshielos polares. Todo el mundo habla de ecosistemas y de ser más verdes. Hablar de medioambiente está de moda.
Lo interesante es que todos hablan y mi cuenta de e-mail se llena de mensajes, pero son muy pocos los que de verdad hacen algo al respecto. Parece que al hablar de medioambiente nos convencemos de que estamos realmente haciendo algo por él, y nos conformamos con pasar el mensaje. Mi cabeza da vueltas al rededor de esta interrogante, por qué no hacemos nada al respecto?
-"Es culpa del sistema educativo, del gobierno de turno." -Dicen algunos.
Puede ser. Definitivamente que la ignorancia juega un papel importante. Pero el sistema educativo, cualquiera que sea, debe implementarse basado en datos factuales, y es necesario poner las cartas sobre la mesa, cartas reales, cartas que describan lo que realmente es un "ser humano" y que nos ponga los pies sobre la tierra. Solo así podemos atacar el problema.
El hecho de que seamos inteligentes no nos quita nuestra naturaleza animal. Eso quiere decir que por naturaleza nos importa mucho más el bienestar propio que el ajeno, y nos preocupamos más por encontrar lo que nos conviene individualmente que por sacrificar lo propio en favor de la colectividad. Así somos, y no hay vergüenza en reconocerlo. Aquel que no reconozca esta verdad se está haciendo daño a sí mismo. Y si duda de ella, pues que vaya a donde su jefe y le pida una reducción salarial que sirva para aumentarle el sueldo a un compañero de trabajo, o que después de esperar por dos horas en fila en alguna entidad pública ceda su puesto a alguien que acaba de llegar. Así somos, simplemente no somos concientes de nuestra naturaleza y solo registramos nuestro comportamiento en la memoria cuando le regalamos un pedazo de pan al mendigo, pero no cuando ignoramos al mendigo porque vamos apurados. Solo damos lo que tenemos cuando la recompensa es mayor que lo que perdemos. Esa naturaleza egoísta no es más que una norma de supervivencia que todos los seres vivos aplican de una forma u otra. Incluso los insectos sociales como abejas y hormigas, quienes tienen una aparente preocupación por "la colonia", en realidad están garantizando la supervivencia de sus genes.
Aquí es donde viene la mejor parte del asunto... ningún ser vivo, por naturaleza, se preocupa por el medioambiente! No necesitan hacerlo, existe un balance natural que decide los límites en los que una población puede sobrevivir. Para bien y/o para mal, nosotros los humanos hemos logrado tergiversar esos límites, y el hecho de que somos animales con conciencia es maravilloso, nos permite ver el desbalance, sin embargo no llevamos esa conciencia verde impresa en nuestros genes... todavía.
Volverse verdes es una cuestión de disciplina, mantenerlo presente a cada minuto si es posible, hasta hacerlo hábito para luego transmitirlo a nuestros niños, quienes en su propia generación ya no lo verán como un cambio o una obligación sino como el status quo.

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